Han
irrumpido con fuerza en el mercado inmobiliario. Su objetivo no son ni
las viviendas de súper lujo ni los inmuebles situados en las mejores zonas de
las ciudades. Son pequeños inversores, hormiguitas con varios miles de
euros recibidos en herencia o ahorrados durante toda una vida por
si la situación económica y familiar se torcía.
Son los
nuevos inversores inmobiliarios que no necesitan financiación para
comprar pisos. Llevan meses entrando en las inmobiliarias con la intención de
pagar a tocateja, en efectivo. Lo que hace un par de años era algo aislado y
hace cinco, impensable, cada vez es más frecuente. De hecho, en algunas
agencias, tres de cada diez ventas se realizan con dinero al
contado.
“Los
llamamos capitalistas de barrio”, “Tienen liquidez suficiente para comprar una vivienda sin necesidad
de hipotecarse. Compran pisos baratos, en los barrios donde han vivido toda
la vida. En algunos casos los alquilan a gente de su zona y consiguen una
rentabilidad bastante atractiva y en otros, los utilizan simplemente para dar
un techo al hijo que se ha quedado en el paro o ha perdido su vivienda”, añade.
Son los
compradores perfectos para unos inmuebles que la banca no quiere tener ni un
día más en sus balances. “Son aquellas
viviendas que lleván días, meses sin recibir una oferta. Inmuebles
de muy poco valor y cuya venta los bancos no quieren financiar”. Básicamente se estan vendiendo todos los pisos al contado con mayores descuentos que si se ofreciera financiación al 100%.
"No necesitan ni estudio de su perfil, ni financiación"
Según estudio el 80% son mayores de 55 años y no necesitan financiación para la compra de la vivienda.
Pisos
baratos, pequeños y viejos
Se trata de
pisos que han experimentado rebajas superiores al 50% y de hasta 70%. Viviendas
con precios muy rebajados. Inmuebles, a grandes rasgos, pequeños,
viejos, interiores… No compran para especular o para vivir en ellos,
sino porque temen que con la crisis y un posible rescate del sector
financiero, sus ahorros ya no estén seguros ni en el banco. Prefieren invertir
en ladrillo en lugar de en depósitos. Los agentes inmobiliarios aseguran haber
visto operaciones desde 30.000 hasta 160.000 euros.
Su presencia
en el mercado tampoco ha pasado desapercibida en las estadísticas oficiales,
que ya ponen de manifiesto este fenómeno. Durante 2012 se vendieron en España
casi 320.000 viviendas, mientras que apenas se firmaron 275.000
hipotecas. Más información www.ipveuropa.com
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