martes, 18 de junio de 2013

¿Comó alquilar en verano una vivienda de forma segura?



 Ya se aproximan las fechas estivales, y con ellas las tan ansiadas vacaciones.


Si buscamos una opción de alojamiento más económica que un hotel y no somos tan aventureros como para ir de camping, tal vez el “alquiler vacacional” sea nuestra mejor baza.

Para tener una experiencia satisfactoria es muy recomendable realizar un trabajo de investigación previo, buscando en páginas especializadas, foros y redes sociales la propiedad que mejor se adapte a nuestras necesidades. Con unas pocas búsquedas podremos hacernos una idea de la oferta existente en la zona que nos interese.

También es muy común (y efectivo) el boca-a-boca, de manera que algún compañero de trabajo, vecino o amigo nos pueda recomendar una propiedad en la que haya estado previamente.

Una vez localizada la propiedad adecuada debemos contactar con el propietario (o agente inmobiliario que gestione la propiedad) y pedirle cuantos datos necesitemos (disponibilidad, características, precio, condiciones, etc.).

Con las tecnologías actuales podemos tener una idea muy aproximada de lo que nos vamos a encontrar sin necesidad de visitar con anterioridad la vivienda (cosa un tanto complicada si está en una población distante).

Es muy sencillo enviar documentos, fotos o vídeos de la propiedad, con los que aparte de una descripción fiel de la vivienda veremos el “grado de implicación” del intermediario/propietario.

Este “grado de implicación” es tremendamente revelador, y a poco que leamos entre líneas veremos las cualidades de nuestro futuro casero. Sabremos si lo que nos alquila es “su” casa (que seguramente estará muy bien equipada pero con la que deberemos ser especialmente cuidadosos, ya que esperará regresar y encontrarla “tal cual” nos la dejó) o si lo que nos alquila es una propiedad destinada especialmente a ese fin (y que tendrá algo de desgaste pero que será perfecta para unas vacaciones).

Es evidente que una persona que tarda en contestar a nuestros correos o que nos envía poca información, no será especialmente eficaz en la resolución de posibles conflictos que pudieran surgir durante nuestra estancia. Una conversación telefónica previa también nos puede resultar de ayuda en este sentido.

Otro aspecto que no debemos dejar de lado es la legalidad.

Debemos revisar minuciosamente los documentos que nos faciliten (especialmente contratos y documentos de reserva), cerciorándonos de que no contienen cláusulas “imposibles” y que no hay errores o condiciones diferentes a las pactadas.

Especial cuidado a la hora de realizar pagos, que siempre deben ser realizados por medios de fácil seguimiento (transferencias, ingresos en cuenta, etc.), guardando los justificantes de todas las operaciones que se realicen, detallando claramente el concepto (reserva de alquiler, alquiler de semana, etc.), y solicitando los recibos/facturas oportunos.

Desconfiemos de intermediarios que nos sugieren pagos por servicios de envío de dinero o transferencias al extranjero con el pretexto de que el propietario es no-residente.

Con todo esto y una buena dosis de sentido común seguro que tenemos unas buenas vacaciones.

Si vemos el asunto desde el lado del propietario, es aplicable tanto el aspecto de la legalidad como el de la “implicación” por parte del cliente.

Pero aparte de ello, debemos buscar qué diferencia nuestra propiedad de las demás, es decir ¿por qué me van a alquilar mi casa y no la de al lado?

Podemos diferenciarnos en los aspectos obvios (ubicación, precio, características), pero también podemos diferenciarnos en cuestiones más sutiles pero que dejarán impronta en nuestros clientes.

Tener un buen reportaje fotográfico de la propiedad (realizado un día soleado, con todo recogido y limpio), un modelo de contrato sencillo y coherente, dar una correcta atención telefónica y responder de forma rápida y clara a los correos son cuestiones que “darán confianza” a nuestros posibles clientes, y que les ayudarán a decantarse por nuestra propiedad.

Si todo esto lo acompañamos de algunos pequeños detalles -de ínfimo coste- como unas flores frescas en la vivienda, unos dulces o una pequeña nota escrita a mano agradeciendo la elección del cliente, entonces estaremos garantizándonos una excelente publicidad para futuras temporadas.

www.ipveuropa.com

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